miércoles, 29 de enero de 2014

¿Cuánto sabes de Jalisco?

¿Cuánto sabes de Jalisco?
Básico
Intermedio
Avanzado

El Consejo Estatal de Población presenta en esta ocasión una nueva propuesta para aquellos interesados en conocer un poco más sobre los temas sociodemográficos del estado.
Esta propuesta es un instrumento que nos permite valorar lo que sabes y conoces sobre el estado de Jalisco, además una de sus principales funciones es aprender y conocer más sobre temas de población.
El tipo de examen es de opción múltiple, además es una evaluación sencilla, puntual y dinámica, ya que al contestar el examen recibirás en tu correo la calificación obtenida. Puedes también descargar los tres tipos de exámenes con el fin de compartirlos.
Los exámenes están disponibles en tres niveles básico, intermedio y avanzado, tú decides que nivel deseas y los puedes descargar en los siguientes vínculos:

                                                   Básico           http://bit.ly/Mm19Qp

                                                   Intermedio    http://bit.ly/1nl6vt1

                                                   Avanzado      http://bit.ly/1iGOTY4

miércoles, 8 de enero de 2014

Jalisco registra cerca de 7 millones 785 mil pobladores al inicio de 2014

En el marco de la conmemoración de inicio de año, el Consejo Estatal de Población (COEPO) informa que al comienzo del 2014, Jalisco registró 7 millones 784 mil 867 habitantes, de los cuales 3 millones 816 mil 781 son hombres (49.0%) y 3 millones 968 mil 086 mujeres (51.0%); esto con base en las proyecciones presentadas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) en abril del 2013. Se estima que de la mitad de 2010 al arranque del 2014 se agregaron poco más de 342 mil habitantes al estado, lo que implica un incremento del 4.6 por ciento (ver tabla 1).
En la figura 1 se observa que el ritmo con el que ha crecido la población en Jalisco ha sido lento y paulatino; sus tasas de crecimiento han presentando un importante descenso desde 1960 y hasta la fecha, misma tendencia que se prevé continúe hasta el 2030; esto de acuerdo a las últimas proyecciones del CONAPO. En los últimos cuatro años, la tasa de crecimiento promedio en la entidad es de 1.29 por ciento anual y se estima que en el quinquenio 2025-2030 será de 0.79, como resultado del balance entre los nacimientos-defunciones-saldo migratorio (interestatal e internacional). De esta manera, para 2030 la población habrá crecido poco más de 1.6 millones respecto a la del 2010, aproximadamente 480 mil personas menos que lo que creció entre 1990 y 2010.
La etapa de transición demográfica que atraviesa el estado es originada por múltiples factores, entre ellos, un notable descenso de la fecundidad, que ligado a la importante prolongación de la sobrevivencia, ha propiciado un proceso gradual de envejecimiento de la población; el cual seguramente se agudizará en los años venideros. Se esperan cambios importantes en la estructura poblacional, de tal manera que para 2030 habrá 9.1 millones de habitantes en estado, de los cuales el 24.0 por ciento serán niños de 0 a 14 años, el 66.0 por ciento personas entre 15 y 64 años y un 10.0 por ciento adultos de 65 años y más; lo que significa que habrá prácticamente un adulto mayor por cada 10 habitantes.
Los indicadores demográficos permiten cuantificar y exaltar las características de la población, así como hacer comparaciones entre distintas entidades o entre distintos períodos; en este breve estudio se analiza el cambio en algunos de estos indicadores en Jalisco para dos años de referencia (2010 y 2014). En la tabla 2 se puede observar que en los últimos cuatro años la evolución de la mortalidad y la fecundidad ha provocado una desaceleración en la tasa de crecimiento natural (nacimientos menos defunciones), la cual pasó de 1.45 por ciento en 2010 a 1.35 en 2014.
Se estima que durante 2014 nacerán 149 mil nuevos jaliscienses y fallecerán poco más de 43 mil, lo que implica un crecimiento natural anual de 105 mil personas (ver tabla 2). Por su parte, el saldo neto migratorio del estado es negativo, es decir, se van más personas de las que llegan, y asciende actualmente a una pérdida de poco más de 10 mil personas por año. Si este último valor se descuenta del crecimiento natural, el incremento neto de la población disminuye a 94 mil individuos, por lo que la tasa de crecimiento total se reduce a 1.21 por ciento anual.
En los últimos años México ha entrado en un proceso poblacional conocido como Transición Demográfica, éste consiste en el cambio de la dinámica de la población, pasando de un escenario con tasas de natalidad y mortalidad altas a otros donde ambas son menores; fenómeno que se puede observar en la figura 2. Ahí se puede ver que en Jalisco la tasa natalidad en 1970 era de 42.60 nacimientos por cada mil habitantes; mientras que en 2014 es de 19.02; lo que significa una reducción del 55.4 por ciento en el indicador. Por su parte, la mortalidad se redujo en un 39.4 por ciento en ese mismo período, al pasar de 9.16 muertes por cada mil habitantes en 1970 a 5.55 en 2014.
Es importante mencionar que una de las consecuencias de la transición demográfica es la reestructuración de la población, en México la cantidad de niños ha venido disminuyendo, gracias a la natalidad reducida; debido a ello, se gozará de un Bono Demográfico;, es decir, habrá menos personas dependientes de cada trabajador, lo que se podría reflejar en mejores condiciones de vida y mayor productividad; esta etapa debe ser bien aprovechada por los gobiernos, ya que puede ser un factor determinante en el desarrollo del país. No obstante, cabe mencionar que también significará que la población irá envejeciendo, lo que probablemente traerá dificultades en términos económicos, de seguridad social, diseño de productos y consumo, infraestructura y equipamiento de viviendas, entre otros.

El paulatino abatimiento de las enfermedades infecciosas y parasitarias, y la mayor concentración de las defunciones en los padecimientos crónicos y degenerativos -estrechamente vinculados con la prolongación de la sobrevivencia de la población-, han conducido al país hacia una etapa cada vez más avanzada de la transición epidemiológica. Como consecuencia de este profundo proceso de cambio, México y Jalisco no sólo cuentan en la actualidad con una población mucho más numerosa, sino que sus habitantes viven un mayor número de años.
En las tres primeras décadas del siglo XX, el nivel de mortalidad era alto al compararlo con otros países más desarrollados. Se estima que en 1930 en México, la esperanza de vida al nacer era de 36.2 años; 35.5 para los hombres y 37.0 para las mujeres según estimaciones de Gómez de León y Partida (2001; pág. 85)*. En contraste, se espera que en 2014 la vida media de los mexicanos ascienda a 74.73 años, lo que implicaría que de 1930 a la fecha, la esperanza de vida en el país prácticamente se ha duplicado.
En la tabla 3 se observa que para 2014 la esperanza de vida en Jalisco es de 75.36 años; 72.77 para los hombres y 78.07 en las mujeres. Si se comparan estos valores con los de 1990, se tiene que en los últimos 24 años la esperanza de vida en la entidad ha tenido un incremento de 4 años, 4.4 en los hombres y 3.6 en las mujeres; indicador que se espera tenga una tendencia a la alza tanto en el estado como en el país.


Para ver las imágenes en mejor tamaño dar clic sobre ellas.

*Gómez de León, J. y Partida, V. (2001). La población de México, Tendencias y Perspectivas sociodemográficas hacia el siglo XXI.

lunes, 6 de enero de 2014

Aniversario de la Promulgación de la Ley General de Población

Los lineamientos que han regido la Política Nacional de Población desde hace cuatro décadas se establecieron en la Ley General de Población publicada el 7 de enero de 1974 por el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez. A partir de ese momento se ha reconocido la necesidad de conducir los fenómenos demográficos en armonía con la política económica y social del país, coadyuvando principalmente al control del crecimiento poblacional. Con motivo del XL Aniversario de la Promulgación de la Ley General de Población, el Consejo Estatal de Población (COEPO) informa acerca de la evolución de los principales indicadores demográficos en Jalisco en el período 1974-2014, esto con base en estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO).
La Política de Población de 1974 fue necesaria y oportuna en ese momento, cuando la tasa de crecimiento demográfico del país alcanzó uno de los niveles más altos del mundo, lo que implicaba que la población se duplicaría en tan sólo 20 años. Asimismo, los lineamientos de la Ley se basaron en una política profundamente humanista que ha sustentado sus acciones en el reconocimiento, promoción y respeto de los derechos humanos fundamentales, como son los relativos a la libre elección en materia reproductiva y la libertad de tránsito y asentamiento, entre otros. En el caso de Jalisco, para ese año la entidad tenía una tasa de crecimiento promedio anual de 2.62 por ciento, lo que significaba que de mantenerse constante ese ritmo de crecimiento, su población se duplicaría aproximadamente en 27 años.
El éxito de la Política de Población, medido por la disminución de la tasa de crecimiento demográfico, permitió reducir las presiones sobre los recursos destinados al desarrollo, a la vez que contribuyó a la expansión de las libertades, al derecho a decidir sobre el número y calendario de su descendencia, a gozar de una vida saludable y a tener embarazos con menores riesgos. Lo anterior ha favorecido, a su vez, el ejercicio de otros derechos como el de la educación, la alimentación, la vivienda, el disfrute de un medio ambiente limpio, el trabajo y la seguridad social, y la no discriminación. Es importante señalar que fue hasta el 18 de febrero de 1984 cuando se crea el COEPO en Jalisco, es decir, 10 años después de la promulgación de dicha Ley, con la finalidad de coadyuvar en el establecimiento y operación de mecanismos de coordinación que garantizaran el éxito en la instrumentación de la política nacional de población.
De este modo, a cuarenta años de publicada la Ley General de Población, el perfil demográfico de Jalisco ha cambiado de manera muy importante. La esperanza de vida al nacimiento de la población jalisciense que en 1974 era de 65.6 años, para 2014, según las proyecciones de población del CONAPO, se estima en 75.4 años. En los hombres, la esperanza de vida se incrementó más de 9 años, al pasar de 63.3 en 1974 a 72.8 años actualmente. Por su parte, las mujeres viven hoy 10 años más en promedio que en 1974, ya que en ese año su esperanza de vida era de 67.9 y en 2014 se estima de 78.1 años.
Por otro lado, la tasa bruta de mortalidad que en 1974 era de 7.8 defunciones por mil habitantes en el estado, hoy se estima en 5.6; en tanto que la tasa de mortalidad infantil, que en el año 1974 era de 58.20 defunciones por mil nacidos vivos, en 2014 se estima en 10.70; no obstante, a pesar de que esta última tasa disminuyó significativamente un 81.6 por ciento, se reconoce que todavía queda mucho por hacer.
De igual manera, la tasa global de fecundidad en el estado ha bajado aproximadamente 63.8% al pasar de 6.19 hijos por mujer en 1974 a 2.24 en 2014, según las nuevas proyecciones de población. También la tasa bruta de natalidad ha disminuido drásticamente en un 53.2 por ciento, al pasar de 40.6 hijos por mil habitantes en 1974 a 19.0 en 2014.
Como resultado de la baja en la fecundidad y la mortalidad, se desaceleró el ritmo de crecimiento demográfico en la entidad. La tasa total de crecimiento bajó 1.4 puntos porcentuales en los últimos 40 años, al pasar de 2.62 a 1.21 por ciento. En el mismo período, el crecimiento natural y social también disminuyeron, pasando de 3.28 a 1.35 por ciento, y de -0.66 a -0.14 por ciento, respectivamente.
Aun cuando las atribuciones y competencias que la Ley asignó a la política de población en el pasado fueron muy útiles, hoy en día resultan insuficientes para encarar los actuales desafíos poblacionales. A cuarenta años de la instauración de la política de población vigente y a casi 30 años de la creación del COEPO, Jalisco enfrenta problemáticas distintas. Para hacerles frente y estar a la altura de los nuevos desafíos poblacionales como la migración, el envejecimiento, la fecundidad de reemplazo, la equidad social y un patrón de distribución poblacional en el estado que contribuya decisivamente al desarrollo regional sustentable; es imprescindible revisar los marcos jurídico e institucional de la política de población para modernizar sus estructuras y operación.
También es indispensable promover reformas para reconocer la protección de los derechos humanos como un principio fundamental de la política de población. Además, es necesario asignar a la política de población las competencias indispensables que fortalezcan la visión de la planeación demográfica a largo plazo, mediante la integración de criterios demográficos en la planeación de corto plazo del desarrollo económico y social de la entidad, para que se reconozcan las oportunidades, las inercias, las inequidades y los costos del cambio poblacional.
En esta nueva etapa, resulta crucial revalorar la organización y el funcionamiento del CONAPO, mediante estudios rigurosos de evaluación de la política de población, para identificar, lo que debe continuar, lo que debe cambiarse y lo que debe desecharse. También es necesario fortalecer el poder de convocatoria de su Secretaría General, asignándole presupuesto y patrimonio propios, para poder así coordinar y movilizar a una gran variedad de instituciones hacia los objetivos de la política de población y alcanzar una efectiva coordinación institucional, solo así, se podrán distribuir más equitativamente los beneficios derivados del cambio poblacional entre las personas, las generaciones, las familias, los grupos sociales y las regiones, para edificar el México que todos queremos.